Publicado en El Pais, 28 Abril 2018.
El sueño es una manifestación normal en todos los seres vivos y se caracteriza por la ausencia de la conciencia y el acto voluntario; es una etapa de descanso de la corteza cerebral, que requiere un ambiente apropiado, tranquilo para evitar estímulos externos. En este estado se aprecia una ausencia de movimientos musculares, lentitud de frecuencia respiratoria y del pulso. Es una actividad fisiológica muy importante para el equilibrio psíquico- físico de todas las personas y aún más en los niños.
Este proceso tiene un papel determinante en el crecimiento – desarrollo del niño y más aún del propio desarrollo del cerebro. Éste además está involucrado con la actividad motriz y el desarrollo psíquico-fisiológico en los primeros años de su vida, así como en los preescolares el aprendizaje y la conducta.
El sueño tiene distintos niveles según la edad cronológica, en el niño y el adolescente muestra niveles más profundos y reparadores. Es en esta etapa donde se produce ciertas hormonas, como las llamadas hormonas de crecimiento y el cortisol, la que participa en la defensa del organismo y otros factores protectores relacionados con la inmunidad y algunos neurotransmisores que garantizan la actividad del sistema nervioso central.
El número de horas del sueño en los niños es muy importante sobre todo para la liberación hormonal y los otros factores. La Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos (2018) recomienda:
Recién Nacido 0- 3 meses 14- 17 horas
Niños de 1- 2 años de 12- 15 horas
Niños de 3- 5 años de 10- 13 horas
Niños de 6- 13 años de 9- 11 horas
Adolescentes 14- 17 años de 8- 10 horas
Adultos 18- 64 de 7- 9 horas
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