Publicado en El Pais, 24 de Noviembre 2021.
La empresa Pfizer y MSD han desarrollado una tableta que reduce la necesidad de hospitalización y probabilidad de morir con 89% en caso de infección con el COVID-19. A primera vista este parece un buen desarrollo porque así las personas que no pueden vacunarse o que no creen anticuerpos igual tienen buena esperanza cuando se infecten. Sin embargo, por el momento no es algo que puede reemplazar a la vacuna.
Primero, una persona que esta vacunada tiene menos probabilidad de enfermarse o menos probabilidad de hospitalizarse. Entonces con una acción relativamente simple está protegido. Mientras que, con la tableta, primero tienes que infectarte, hacer una prueba covid-19 y tomar durante una semana una tableta diaria. La gran ventaja de vacunarte es que, si te infectas, infectarás con menos carga viral a otras personas, mientras que una persona no vacunada infectará más. Esto ayuda a que se controle una epidemia o vaya más lento y controlado.
Segundo es el costo. El precio de un tratamiento con la tableta anti-COVID es 700 dólares mientras la vacuna es entre 10-50 dólares. Y como la dinámica del COVID-19 nos dice que al final todos se infectan, el cálculo es fácil de hacer y la vacuna al final es lo más barato.
Entonces, si todavía no te has vacunado, esta tableta no es una alternativa. Es algo complementario. Además, tenemos que tomar en cuenta que el abastecimiento de la tableta puede ser insuficiente si todos dependemos de esto. Lo mismo con la capacidad en los hospitales. No tenemos camas, Unidades de terapia intensiva y al final todos los otros recursos también son limitados. La única manera para no meternos en otra crisis de salud es vacunarse y obedecer las medidas básicas.
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