Publicado en El Pais, 8 de Mayo 2021.
“Tu salario es el soborno que te dan para olvidarte de tus sueños”. Podríamos decir que hay un alto desabastecimiento de sueños a pesar de que el soborno es tan bajo, y a pesar de que poco o nada les importa tus aspiraciones y sueños. El trabajo te absorbe tanto y te ocupa tanto, que no queda casi nada de tiempo para habitar en el universo de los sueños, ese universo donde se extinguen las estrellas fugaces llamadas emprendimientos. Son fugaces porque en promedio, el 97% de los sueños quedan extinguidos. Pero ¿qué sabes de eso? Es estadística básica, es decir, la realidad es aburrida y todas las cosas aburridas son las que importan, porque al final, son estas cosas las que te dan un salario.
El trabajo duro y la perseverancia no llevan al éxito. Pero eso ya lo sabias, no se puede negar que cada domingo por la noche sueñas con detener el tiempo un poco para no levantarte el lunes tan rápido por el soborno, ya que aún no entiendes que lo haces entregando tu brillantez innata y la seguridad construida en los cursos extra que realizaste en la universidad y que ahora están impregnando tu forma de ser, pensar y hacer. Ahora quieres hacer malabares llevando en una mano el whisky y en la otra un pedazo de papel con la inscripción Co-Founder y tratando de crear un Network para generar éxito. Todas las ideas concebidas en tu imaginario podrían servir mucho a la sociedad, pero la sociedad no sabe qué necesita hasta que lo creas. Los contactos con tu cliente, la interacción y la lectura de la realidad ayudan a que, con tu conocimiento, puedas romper con lo establecido. Y piensas, “si quieres romper con el orden Prusiano de adoctrinamiento en el que vivimos, ese, en el que las vidas fueron diseñadas para trabajar más de diez horas al día, rentabilizando los resultados de alguien que tuvo la capacidad de diseñar, organizar, lanzar y administrar alguna idea que transformó en una empresa que podría haber sido tuya pero la dejaste a la seguridad del salario”, entonces, tienes que crear tu propia empresa.
Si logras pasar de ser un asalariado a un emprendedor, seguro conocerás un mundo diferente. Un mundo en el que pases al trabajo virtual y trabajo de cuatro horas a la semana desde una playa. Por lo menos, eso es lo que te dice el Coach que te vende las recetas para llegar a ese camino, desconociendo que emprender verdaderamente te tomará 20 horas de trabajo al día, ser responsable con tus clientes y hacerse cargo de humanos que exigen incremento salarial, vacaciones pagadas y seguros de salud. Cada trabajador asume que sin ellos no funcionaría tu emprendimiento, el capital arriesgado es prescindible, y que solo explotas al trabajador, etc. De todas formas, eres tú el denominado emprendedor que busca evadir el soborno seguro, pero también los impuestos porque te das cuenta que tener empresa es difícil pero tan gratificante al ver que puedes dar ingreso a otras familias y esperas que con su apoyo y de la sociedad la empresa sea exitosa.
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