Publicado en El Pais, 16 de Enero 2021.
Los casos de COVID-19 están aumentando en Bolivia. Este jueves 14 de enero se han reportado más de dos mil casos (2198 casos). La segunda ola está ocurriendo. ¿Pero por qué?
La primera razón es que la primera ola se tomaron medidas que reducían la transmisión del virus y hasta abril tuvieron éxito. Hasta abril, el número de casos llegó a un nivel menor a 100 casos. Este gran resultado cambió las medidas estrictas por otras más relajadas y la mayoría de las personas dejó de respetar las medidas porque creía que ya no había problemas. Como el de transmisión subió por el incremento de la vida social y sus actividades, el COVID-19 se propagó de nuevo y causó más de 8000 muertos hasta finales de agosto. Muchos otros quedaron contagiados y se recuperaron. Sin embargo, para crear inmunidad en grupo se necesita más o menos 70% de personas infectados y Bolivia estaba probablemente solo alrededor de 50-55% de gente contagiada. Esto significa que para las personas que no fueron contagiadas tienen aún el riesgo de contagiarse si no toman medidas personales.
Otra razón que ahora se está investigando son las nuevas cepas. Parece que algunas nuevas cepas del COVID-19 puede contagiar de nuevo a personas que ya han sido infectadas. Esto se ha observado en el Brasil. Y esta reinfección igual puede enfermar a las personas. Las personas contagian más rápido a otras personas por la alta carga viral en el sistema respiratorio. Se cree que una persona contagiado con la cepa inglesa podría contagiar hasta 5 otras personas y no solo 3 como la cepa de Wuhan de la primera ola. Como Bolivia está cerca al Brasil, es muy probable que parte de las nuevas infecciones sean de la cepa del Brasil, aunque también es posible que ya hayan llegado otras.
Hasta ahora, el número de muertos diarios es bastante bajo si lo comparamos con otros países en el mundo, pero podría aumentar. Es importante observar continuamente este aspecto ya que no podemos olvidar el costo para personas que se enferman o mueren. El costo de no poder trabajar, el costo de los medicamentos, el costo de hospitalización, etc.
Es comprensible que entre las estrategias de Bolivia ya no estén las de cerrar la economía como en otros países porque la mortalidad es muy baja y contagiarse no es peligroso para la gente joven. Además, se pueden tomar medidas fáciles para controlar la propagación del virus. El distanciamiento de 1.5 metros (prohibir filas, taxi trufis y transporte pequeño que no respete el distanciamiento), lavarse las manos permanentemente, y utilizar barbijos.
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