Publicado en El Pais, 15 Agosto 2020.
Si creen que los países en Europa tienen el COVID-19 bajo control están equivocados. En Holanda el COVID-19 empezó el 29 de febrero con 1 caso. En medianos de marzo el número de nuevos casos estaba en 1350 por día. En julio 8 había solo 37 nuevos casos. Ahora, estamos de nuevo con 654 nuevos casos por día. La segunda ola es ya un hecho. Yo creo que el origen son las vacaciones, ya que la gente se mueve más y se olvidan de que hay medidas para prevenir contagios. Además, muchas pensaban que ya todo se terminó. Todavía el numero de muertos está bajo, alrededor de 2 por día, pero esto puede subir pronto.
Las medidas siguen iguales que en marzo, pero la voluntad de las personas para obedecer las medidas ya no está. Lo que funcionó bien en la primera ola, debido a las vacaciones no funciona hoy y hay un cansancio con el COVID-19. Entonces, es muy probable que el gobierno controle más y haya multas. En Holanda, no se envía a los pacientes con COVID-19 al hospital, se los envía a casa y el hospital sólo para los casos graves evaluados bajo estricto protocolo.
No es algo fácil para los holandeses, especialmente durante las vacaciones, pero ojalá funcione y podría informar en unas semanas que la segunda ola de COVID-19 se ha controlado. Ahora, todos los institutos del gobierno, universidades y otros tratan de encontrar maneras mientras minimizamos el daño a la economía lo menos posible. En los últimos 6 meses 320 mil personas han perdido su trabajo y el PIB para el 2020 bajó con 6.4%, así que con las nuevas medidas no lo queremos empeorar.
Algo que sí ayuda es que hay modelos de cooperación fuerte entre las empresas, universidades y el gobierno para tomar las decisiones. Además, hay grupos de interés que siempre tienen la posibilidad de mencionar sus preocupaciones y estas son incluidas al momento de tomar decisiones óptimas. Normalmente, este sistema es muy lento, pero ahora parece que hay un consenso que no podemos discutir semanas o meses antes de tomar una decisión. Las acciones se deben tomar a la brevedad antes de que incrementen los casos.
En Bolivia, la cooperación conjunta podría salvar al país. Hay grupos y personas que creen que sus intereses son más importantes que las vidas que se pierden por la epidemia, pero ningún gobierno debería permitir que el bien de un grupo este por encima del bienestar nacional. Beneficiar a pocos no ayuda a controlar una epidemia.
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