Publicado en El Pais, 9 de Junio 2020.
Con el Coronavirus vienen muchas regulaciones sobre cómo debemos vivir nuestras vidas para reducir la propagación. Al hablar con mis amigos en diferentes países, encuentro una diferencia clave en las regulaciones, más aún cuando son estrictas. En Argentina, por ejemplo, a las personas solo se les permite salir para obtener alimentos, atención médica o, si se lo considera un trabajador esencial, su trabajo. A los colombianos solo se les permite salir una vez por semana para comprar alimentos, su día se basa en su identificación. Los bolivianos solo pueden nombrar a un miembro de la familia para que salga a buscar comida. En mi país, Canadá, se nos pide que nos quedemos adentro, no se nos obliga, se nos pide. Estos mismos 3 países hacen que las máscaras sean obligatorias en muchas situaciones, los argentinos las necesitan en el momento en que abandonan sus hogares, mientras que otros lo hacen obligatorio para el transporte público y las tiendas. Nuevamente, en Canadá se nos explica los beneficios de utilizar una máscara y algunas tiendas privadas los están convirtiendo en un requisito, pero en general, no es obligatorio.
¿Por qué se les dice a estos tres países qué hacer y en Canadá solo se pregunta amablemente? Me encantaría decir que es porque los canadienses están haciendo un trabajo increíblemente y están siguiendo las pautas establecidas por el departamento de salud. Pero desafortunadamente ese no es el caso. Ha habido muchos casos en que los parques canadienses están demasiado llenos y muchos más tienen grandes reuniones privadas violando la cuarentena. Muchos también afirman salir casi a diario a pesar de que se les dice que se queden en casa. En cuanto a las máscaras, la recomendación parece caer en oídos sordos ya que mi observación encuentra que la mayoría no las utiliza.
La verdad bien puede estar en la historia política de cada país. Canadá ha sido una democracia durante más de 150 años (sí, tenemos una Reina, pero sus poderes son simbólicos), que es mucho tiempo en comparación con los países mencionados de América Latina. Argentina solo ha sido una democracia estable desde 1983 con el país que tiene 6 gobiernos derrocados por los militares desde 1930. Mientras que Bolivia es técnicamente una democracia, pero solo hay que mirar sus últimas elecciones para ver que tiene aún muchos problemas.
El simple hecho es que algunas personas están acostumbradas a que se les diga qué hacer más que otras y por eso, las reglas en algunos países son meras recomendaciones. Y la cooperación de sus ciudadanos tiene poco que ver con cómo se rigen estas reglas. Personalmente disfruto de mi libertad, pero incluso los países libres tienen reglas que seguir. Y esto me lleva a preguntarme si las personas no están siguiendo voluntariamente las pautas destinadas a la seguridad/salud de todos (incluidas las suyas) ¿es hora de hacerlas obligatorias?
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