Published in El Pais, 2 Marzo 2019.
Algunos de nosotros podemos enorgullecernos de tener una buena memoria. Recordar cada palabra de una conversación, cada rostro de la gente que se ha conocido y cada concepto o las partes más importantes de un libro estudiado. En general, se considera que estas personas pueden disfrutar más de la vida porque no se pierden nada. Algunas otras tienen una memoria más fuerte para los libros y otras para los rostros o nombres. Estas personas, no retornan del supermercado notando que se olvidaron de las cosas más importantes por las que fueron. Tampoco pierden tiempo tratando de recordar sobre lo acordado en reuniones.
Sin embargo, las personas con una buena memoria pueden recordar todo lo bueno y también lo malo. En cualquier ocurrencia aleatoria que tienen también se inundan con cosas que no quieren recordar. Normalmente, nuestro cerebro corta las cosas malas que nos hacen sentir deprimidos. En un estudio canadiense pidieron a los estudiantes que recordaran sus calificaciones de la escuela secundaria. Los resultados mostraron que las personas no tenían ningún problema recordando los altos grados, pero tenían problemas significativos recordando los más bajos.
En general, este mecanismo es para protegernos y no hacernos sentir miserables cada día por el número acumulado de malas experiencias. Empero, no siempre es tan útil, aprendemos mejor de nuestros errores, así que si lo guardamos en un rincón de nuestro cerebro antes de reflexionar sobre lo que hicimos mal, no mejoraremos como personas. Lo último es la razón por la que algunos gerentes guardan recuerdos extraños en su escritorio sin querer contar a nadie el por qué. Les recuerda algunas malas decisiones que tomaron y quieren evitar caer en esa trampa otra vez.
Dicho esto, hay personas que pueden recordar hasta un nivel de detalle aterrador lo que han estado haciendo en los últimos 10-20 años. Lo bueno y lo malo. Sólo pensar que puedo revivir en detalle algunas de las peores experiencias en mi vida me hacen sentir mal.
Entonces, ¿quién quiere recordar cada día las grandes decepciones de su vida? Supongo que nadie. Para vivir una vida agradable y feliz, tenemos que ver todo de una manera positiva. Esto es difícil si le damos un mal recuerdo a todo lo que hacemos porque lo rodeamos de miedo. Por lo tanto, si usted no puede recordar tanto detalle en las cosas, ¡no se sienta frustrado porque esto ayuda a ser más feliz!.
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