Desafíos para el sistema educativo boliviano

¿Qué significa la cuarentena para la educación?

Foto by Kathya Cordova

Publicado en El Pais, 15 Abril 2020.

Uno de los desafíos permanentes para Bolivia ha sido la mejora del sistema educativo. Se han intentado diferentes modelos y no se ha llegado a medir su efecto a nivel internacional en rankings como el de PISA para nivel escolar y Webometrics para nivel universitario ¿tiene un estudiante en Bolivia el mismo nivel que un estudiante en otro país? ¿tienen los profesores un buen nivel para transmitir educación de calidad? Y si un estudiante boliviano quisiera perseguir una vida profesional a nivel internacional, ¿tiene las mismas oportunidades? Hoy tenemos otro desafío con el COVID-19. ¿Qué significa la cuarentena para la educación?

Coronavirus: Problemas y efectos en la educación

  1. Educación en línea. Después de unos días de educación o trabajo en línea, el Ministro de Educación junto con Rectores de las universidades públicas prohibieron la educación por plataforma aduciendo falta de acceso al internet y preparación del personal.
    1. Conocimiento: Muchos docentes pensaron que podrían llevar la clase presencial al internet y se equivocaron. Es necesario otro tipo de pedagogía para la educación en línea (audiovisuales cortos y claros, retroalimentación, etc.). Para apoyar a los más pequeños, es también necesario el apoyo de los padres para lo que se requiere conocimiento del uso de las tecnologías y estabilidad emocional.
    1. Desde el 2014 se pensó que el acceso al internet seria absoluto. Con una inversión de más de 300 millones de dólares para el satélite Tupac Katari se conseguiría la equidad. Hoy vemos que ni los colegios públicos lo tienen. La falta de acceso al internet coarta el derecho a la libertad de opinión y expresión (Articulo 19, derecho humano) que incluye la búsqueda, recepción y creación de información e ideas a través de los medios.
  • Brechas educativas. El Coronavirus mostró una alta inequidad entre los colegios públicos y privados, las universidades públicas y privadas. De manera casi inmediata, el sector privado habilitó plataformas de educación para no detener las clases y entregar su programa planificado. Profesores y personal continuaron su trabajo productivo. Y si bien, aun se podrían realizar mejoras, lo positivo es que la producción no se detuvo como lo hicieron en el sector público. Seguramente, los costos del sector público serán millonarios por esta crisis sin contar los altos costos sociales ocasionados a los estudiantes que no pudieron recibir educación. El derecho a la educación en tiempos de crisis (Articulo 26, Derechos humanos) ha sido coartado.

Esta misma diferencia se puede evidenciar entre el área rural y urbana. El área rural que en su mayoría cuenta con profesores que viven en las urbes y que salieron cuando se avecinaba la cuarentena. Tampoco tienen acceso al internet y menos en su idioma originario. Todo esto les dará menos oportunidades para su vida futura.

Otras diferencias marcadas están entre las ciudades grandes y pequeñas; las diferencias entre zonas de una ciudad donde algunos colegios públicos están mejor equipados (con agua para los baños, por ejemplo) que aquellos que se encuentran en zonas menos favorecidas. Y más diferencias aún si comparamos que la universidad en Bolivia prepara profesionales con material obsoleto, sólo en español (con Brasil de vecino deberíamos saber portugués), y con la filosofía de repetir de memoria sin una visión crítica. Cuánta razón tiene Jordán Segovia Gareca (columnista de El País) al decir “para el pobre ¿una pobre educación?”

Lecciones aprendidas y desafío para Tarija

  1. Hay tres perdidas de las que debemos aprender. 1) la perdida de la producción (altos costos fijos, salarios, otros) por detener las clases en este periodo. 2) la perdida social porque millones de estudiantes de nivel escolar y universitario no recibieron educación. 3) El derecho humano coartado a recibir educación.
  2. Bolivia seguirá siendo uno de los países con mayor inequidad si es que no se plantea una nueva versión de educación moderna que no sea solo para las ciudades urbanas o para el sector privado.

El desafío para Tarija en educación es grande. La educación pública en Tarija ya tiene por lo menos un déficit de 200 ítems escolares y problemas en las universidades (carreras sin resolución ministerial, docentes que dictan clases obsoletas y personal que ingresa sin méritos académicos). Es hora de repensar en la educación moderna que desarrolle la creatividad, adaptación a la nueva era y para ello se requiere gente profesional preparada.

About Kathya Cordova-Pozo 196 Articles
PhD. en Economia y Politica internacional. Realiza investigacion en el area de economia-salud y desarrollo.

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