Publicado en El Pais, 25 de Enero 2020.
La eterna pregunta cuando uno recibe dinero: ¿Lo gasto todo lo más rápido posible y lo disfruto, o guardo parte del dinero para más adelante? Para muchas personas es fácil o incluso necesario gastar todo ahora y no guardar nada para más adelante. Eventualmente, necesitamos maximizar nuestra felicidad y la dura realidad es que se tendrá gastos adicionales en el futuro. Si no tenemos ahorros planificados y previstos, nos meteremos en problemas.
Los economistas llaman a este problema la restricción presupuestaria intertemporal. Como mencioné en artículos anteriores, la economía es el arte de sacar lo mejor de la vida o de maximizar el bienestar. La restricción presupuestaria intertemporal se puede utilizar en modelos económicos complejos para ver qué decisiones actuales y futuras ayudan a maximizar el bienestar para ahora y para el futuro; teniendo en cuenta los ingresos y gastos actuales y futuros. Me imagino que todo esto es confuso, pero para mostrar que la economía no es complicada en lo absoluto, daré un ejemplo.
Imagine que gana 20.000 euros en la lotería. En este momento, su bienestar aumenta de inmediato pensando en todas las cosas que puede hacer con este dinero. Felicidad instantánea. Una opción sería, en lugar del automóvil normal que planeaba comprar, comprar la edición deportiva extra cool y sin techo. El dinero se fue. Te divertirás, pero probablemente sea solo el primer verano, luego la diversión termina y la mayor parte del tiempo estará estacionado en tu garaje. O planificas un viaje mundial visitando todos los lugares en tu lista de deseos. Una vez de regreso, todavía estarás disfrutando del viaje durante mucho tiempo con todos los recuerdos, fotos e historias. Y con el dinero restante, comprarás algunas botellas de vino, o alguna comida especial para compartir con amigos los mejores momentos de tu viaje. Felicidad más duradera. Dicho esto, podría estar equivocado, pero, todo depende de las preferencias de la persona. Tal vez usted sea la persona que disfrute de ocuparse de su automóvil durante los días de mal clima y es una alegría cada vez mayor sacarlo del garaje durante los días soleados para recorrer la ciudad en este auto.
Entonces, la próxima vez que un economista intente abrumarte con esta restricción presupuestaria, sabes que en realidad no es nada complicado. Solo se debe decidir de ajustar el presupuesto entre ahora y el futuro para estar siempre tan feliz ahora y en el futuro.
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