Publicado en El Pais, 2 de Enero 2021.
Muchos de ustedes probablemente estén familiarizados con el término “Oferta Pública Inicial” o OPI. Esencialmente, es cuando las empresas privadas se hacen públicas ofreciendo acciones de su negocio para recaudar fondos. Siempre es una gran noticia cuando una empresa privada hace la transición a empresa pública (ver Facebook y Google) mientras los analistas de negocios de todo el mundo discuten los pros y los contras de comprar acciones de estas empresas. Desafortunadamente, esta opción para recaudar fondos no está disponible para la mayoría de las empresas ya que es un proceso muy complicado y costoso. Con la introducción de blockchain y criptomonedas estas pequeñas empresas han encontrado una alternativa para recaudar fondos.
Las Ofertas Iniciales de Monedas o ICO son el equivalente en criptomoneda de una oferta pública inicial donde las empresas crean una moneda y luego la ofrecen al público para su compra. Esto casi no requiere obstáculos, ya que crear su propia criptomoneda no es complicado y muchos desarrolladores de blockchain ofrecen sus servicios para crear una moneda en la red Ethereum por tan solo $us 200. Esta podría ser una opción viable para que las empresas emergentes recauden suficiente capital para lograr sus objetivos sin tener que atravesar los muchos obstáculos en una OPI.
Sin embargo, hay una trampa en este método. Esencialmente, una ICO permite a las empresas crear dinero de la nada, ya que sus criptomonedas valen solo lo que dicen que son. A diferencia de las OPI, la falta de regulaciones dificulta que las empresas se responsabilicen de lo que hacen con el dinero. De hecho, el 2017, cuando se volvieron más populares, muchas ICO fueron en realidad estafas en las que tomaron el dinero y desaparecieron, aunque ciertamente no es ético, lo que hicieron pudo haber sido perfectamente legal. Incluso las empresas que son legítimas no están ofreciendo una participación en la propiedad de la empresa como lo harían si estuvieran haciendo una oferta pública inicial.
Entonces, ¿cómo se distingue lo bueno de lo malo? Bueno, aquí hay algunos factores clave que debe considerar si alguna vez invierte en una ICO:
¿Qué puedes hacer con la moneda? La criptomoneda esencialmente le permite usar el blockchain, algo comparable sería un juego de arcade en el que necesita usar un token para usar la máquina. Muchos participan en ICO no para inversiones sino para usar el blockchain cuando el proyecto se pone en marcha. Si el proyecto parece prometedor, quizás piense que vale la pena.
¿Qué tipo de rentabilidad se prometen? Tenga cuidado con los proyectos que prometen rendimientos ridículamente altos. Es cierto que la rentabilidad de algunas criptomonedas ha sido astronómica, pero eso no significa que ésta ICO vaya a resultar en rentabilidades similares. La promesa de un aumento en el valor también podría llevarlo a ser clasificado como un valor ilegal en los Estados Unidos, lo que podría ver su inversión completamente aniquilada, incluso si la empresa tiene buenas intenciones.
¿Quién dirige el proyecto? A estas alturas, el entorno de blockchain está lleno de muchas personas prominentes que han trabajado en muchos proyectos, también está lleno de muchas personas malas que han estado involucradas en estafas. Simplemente hacer una verificación de antecedentes de los jugadores clave puede ayudarlo a decidir si debe mantenerse alejado o no.
Es cierto que el panorama de las ICO es como el salvaje oeste de la recaudación de fondos, pero, eso no significa que no pueda ser una buena vía para que las pequeñas empresas recauden dinero. Los gobiernos de todo el mundo deberían actualizar sus leyes para dar cabida a esta vía de recaudación de fondos a fin de separar lo bueno de lo malo. Con el mundo en un caos económico, deberíamos estar abiertos a nuevas formas para que las empresas se pongan en marcha, creen puestos de trabajo y reduzcan el desempleo.
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