Publicado en El Pais, 16 de octubre 2019.
Siempre hay un momento en la vida de las personas en el que te preocupas por el dinero y necesitas un préstamo para sobrevivir. Si su puntaje de crédito es lo suficientemente bueno, podría pedirle prestado al banco a una tasa de interés favorable, si no, sus opciones son mucho más limitadas, incluido el anticipo en efectivo en su tarjeta de crédito o, lo que es peor, un préstamo de día de pago.
Para aquellos que no saben, un préstamo de día de pago es un préstamo a corto plazo (generalmente por un par de semanas para cubrir hasta su próximo día de pago, de ahí el nombre). Este tiene tasas de interés muy altas. Un ejemplo de un préstamo común sería: $ 300 con un pago de intereses de $ 40. A menudo se acusa a estas instituciones de ser depredadoras, ya que aprovechan a las personas vulnerables que no tienen a dónde ir. Sin embargo, argumentan que estas personas tienen un crédito terrible y que su tasa de incumplimiento es mucho más alta, por lo que cobran una tasa de interés más alta. Si bien ambos hacen buenos argumentos, está claro que Google se ha puesto del lado de los primeros al eliminar todas las aplicaciones de préstamos con una tasa de interés del 36% o más de la tienda de Google Play.
Los prestamistas, por supuesto, no están contentos ya que argumentan que lo que hacen no es ilegal y, por lo tanto, Google no tiene derecho a intervenir. Es posible que los prestatarios tampoco estén contentos con este movimiento, ya que, si bien el movimiento fue diseñado para protegerlos, no cambia el hecho de que todavía necesitan acceso a un préstamo en algún lugar, incluso si tiene altas tasas de interés.
Personalmente, no me gustan las instituciones de día de pago y me alegra ver que está prohibido, pero no puedo evitar admitir que los prestamistas tienen razón. Puede que no sea una buena idea que Google tenga la capacidad de decidir quién puede y quién no puede hacer negocios, incluso si está en su propia plataforma. Las grandes empresas como Google tienen la capacidad de impactar en cualquier industria en la que se involucren, como la decisión de Walmart de dejar de vender armas o los gigantes minoristas que limitan la capacidad de comprar cigarrillos electrónicos. Todas estas son industrias controvertidas, pero ¿qué pasa si deciden prohibir los productos solo porque les daría una ventaja competitiva injusta?
Sé que los préstamos de día de pago son malos, pero su prohibición puede sentar un precedente peligroso para que las compañías prohíban productos no controvertidos. Los legisladores quizás se podrían interesar en vigilar esto en caso de que Google se salga de control con sus prohibiciones.
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