Publicado en El Pais, 4 Marzo 2018
En los últimos días hemos sido participes de la negociación entre la Argentina y Bolivia sobre el tema de salud. El tema surgió a partir de que el Ministro de Salud de Jujuy que indicaba que quería impulsar en su Legislatura provincial la aprobación de una norma para exigir a los extranjeros un seguro médico que se haga cargo de sus gastos médicos. Esto porque los gastos más grandes en su presupuesto de salud eran destinados a los bolivianos que venían a esta provincia para hacerse tratamientos largos como oncología y cirugías complicadas.
En realidad, este problema data de muchos años atrás y se publicaron varias noticias sobre la salud gratuita en la Argentina. Un ejemplo esta del periódico el Deber del 2015 en el que indicaba que los niños tarijeños con cáncer se hacían atender gratis en Jujuy y Buenos Aires. Actualmente, la Argentina está pasando por un momento complicado en su economía y es ahora que se nota más el gasto en salud. Más aun cuando son bolivianos a los que se atiende y no a sus propios ciudadanos. Por ello, el gobierno de la Argentina solicitó al gobierno de Bolivia un trato reciproco.
En este sentido. Desde el 7 de febrero del 2009, en Bolivia la salud universal es un derecho fundamental y así fue aprobada en la Constitución Política del Estado. Sin embargo, aún no se la implementa. Tenemos servicios específicos para la población más vulnerable como el seguro de salud SUMI que incluye a las madres embarazadas y niños menores a 5 años, la población discapacitada, los adultos mayores y los enfermos renales. Pero muchos de estos servicios como sabemos se los dan a medias porque muchos centros de salud tienen deficiencias en la dotación de insumos y medicamentos para estos servicios. En las diferentes encuestas que la prensa realiza a los pacientes que recién recibieron estos servicios indican que no les pudieron dar los medicamentos que incluía su tratamiento porque el centro u hospital no tienen.
Con este sistema de salud deficiente en sus diferentes niveles y además pobre, ¿realmente pensamos que algún Argentino vendría a atenderse aquí? La solución es simple. El Gobierno de Bolivia debe indicar que el trato será reciproco porque igual ninguno vendrá, salvo los que ya se encuentran en nuestro territorio. La pregunta más importante entonces será: La Argentina podrá sustentar financieramente a todo el flujo de bolivianos que se lanzan en caravanas turísticas “de salud” que ofertan cirugías, tratamientos oncológicos gratuitos y de buena calidad en la Argentina?
Personalmente creo que no y más temprano que tarde estaremos viendo un cambio en la legislación nacional de la Argentina que obligue a los extranjeros a portar un seguro de salud para viajes. Esta sería su única opción para cubrir el déficit en salud por la gente que va a la Argentina por tratamientos largos y costosos de salud que los gobiernos en sus países no les pueden dar a pesar del compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sustentable para dar a la población la Salud Universal.
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