Fuego, Fuego, Fuego!

Como muchas personas en el mundo yo también he disfrutado de los fuegos artificiales. En mi caso, en la quietud de la calle junto a mi familia. Yo no lanzo nada, más porque tengo terror de que le pase algo a mi familia o a mí. Tengo algunos amigos que trabajan en el hospital y alguna vez me han contado sobre los accidentes que sufrieron algunas personas que han perdido un dedo, una mano o un ojo y esto me impactó tanto que ni pienso en comprar un fuego artificial.

Lo que si me sorprende es que en diferentes ciudades de Bolivia todo se celebra o se inaugura con fuegos artificiales. Un nuevo puente, una plaza, una fuente, o carretera, el día de… o cualquier otra cosa tiene que ir junto con los fuegos artificiales. Mientras poblaciones en muchas ciudades en el mundo están tratando de reducir el uso a ciertos días como solo el año nuevo con el fin de cuidar al medio ambiente, aquí parece que justo tratamos de en encontrar más razones para utilizarlos. Seguro ahora usted está pensando “¿pero cuál es el problema con el uso?”. Déjame mencionar algunas razones.
Primero el riesgo de un incendio es elevado cuando se hace en un ambiente seco o que está sufriendo sequía. Este factor de riesgo está presente en Bolivia.
Segundo. Seguramente la mayoría de las personas que retornaban a casa en la madrugada del primero de enero han notado la terrible contaminación causada a la calidad del aire. No se podían ver ni las montañas ni las casas a lo lejos! Pero no solo era la contaminación química que tienen los fuegos artificiales sino también la contaminación acústica.
Los perros y otros animales están traumados por el daño a su sentido del oído y olfato. Muchos perritos logran salir de sus escondites un  día después de estos acontecimientos. Seguro hay personas que no están cómodas con estos ruidos ya que muchos fuegos artificiales parecen bombas por el enorme ruido que causan.
Tercero, realmente no podemos olvidar el riesgo de trabajar con explosivos, y estos fuegos artificiales en alguna manera lo son. Muchos de estos fuegos artificiales son vendidos a menores de edad que no controlan bien el peligro al que se están sometiendo, o los niños con los que se está jugando. También las personas ebrias que los utilizan en estas fiestas. Un accidente pasa muy rápido y se pueden causar daños físicos o quemaduras.
Por último, me parece que los gobiernos municipales y departamentos en Bolivia pueden utilizar el dinero en una manera mejor que lanzarlo al aire. Somos bolivianos y tenemos el alma alegre por naturaleza y no precisamos de estos fuegos artificiales para alegrar el ambiente. La mayoría saben que los fuegos artificiales no son baratos y aunque no hay muchos datos disponibles en la prensa, invertir unos 5.000 bolivianos por minuto para la inauguración de alguna obra no sería nada extraño, ¿pero era necesario?
A mí me parece que podríamos utilizar el dinero en cosas más útiles como en  educación, salud o agua…..Yo creo que el primero de enero es una fecha suficiente para utilizar estos fuegos artificiales y el resto del año prohibirlos para realizar nuestras actividades de una manera más saludable, tomando en cuenta a nuestros animales, a toda la gente, y a nuestro medio ambiente.

Publicado en El Pais, 03/Ene/2017

About Kathya Cordova-Pozo 196 Articles
PhD. en Economia y Politica internacional. Realiza investigacion en el area de economia-salud y desarrollo.

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