El COVID-19 en Bolivia y la educación

Publicado en El Pais, 5 de Diciembre 2020.

Bolivia está debatiendo si retorna a clases este febrero 2021 de manera semi-presencial. Sería bueno observar las estadísticas del COVID-19 en Bolivia para apoyar las decisiones y orientar el debate no en el miedo sino en la oportunidad.

La educación en Bolivia alberga a casi tres millones de estudiantes entre los 4 y 19 años. Si bien las estadísticas en Bolivia no son tan detalladas, se observa que el COVID-19 no ha tenido más del 9% de casos y no ha llegado ni al 1% de casos fatales. En otros países, en este grupo de edad y hasta los 40 años se han tenido 0% registrados de mortalidad. Por otro lado, en las ultimas semanas, se han observado menos de 120 casos diarios y desde el mes de octubre se tiene menos de 30 muertos diarios.

Un tercer aspecto es el social. Se puede ver que, en Bolivia, las actividades económicas están normales. Los taxi-trufis (taxi habilitados para transporte publico) están funcionando en el COVID-19 llenos sin distanciamiento alguno desde junio. Este hecho ha contribuido posiblemente a que el virus se haya propagado rápidamente entre los ciudadanos y que haya habido muchas muertes (julio a septiembre). El transporte y la vida normal ha debido generar un nivel elevado de contagios y gente recuperada sin siquiera notarlo. Por ello, desde octubre ya no se nota ningún incremento alarmante de casos ni muertes. Aun así, las personas que respetaron el confinamiento son susceptibles al contagio y muerte si es que tienen enfermedades de base.

Estos tres aspectos promueven el reinicio de clases que hubiera sido ideal comenzar en diciembre como un ejercicio piloto que demuestre la necesidad o no de utilizar barbijo en los niños de 4-12 años. En muchos países no lo utilizan porque impide la buena circulación de aire y su efectividad disminuye después de 1 o 2 horas de uso. De todas formas, esta estrategia puede ser evaluada cada 2 semanas.

Si bien es cierto que, en Bolivia, los abuelos están muy cerca de los niños y participan en su educación. Sería más fácil y eficiente que durante las primeras 8 semanas del inicio de clases se limite la visita de los niños a los abuelos hasta que la posible propagación del virus en este inicio de clases haya reducido y no signifique un peligro. La educación es un derecho que no podemos seguir coartando por miedo.

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PhD. en Economia y Politica internacional. Realiza investigacion en el area de economia-salud y desarrollo.

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