Publicado en El Pais, 1 de Octubre 2022.
El día de ayer, en los Países Bajos, asistí a una reunión facultativa que incluía a todo el personal. En esta ocasión, se realizaba la transición del Management Team de la facultad. La Presidente saliente realizó una presentación de lo más destacado de cada miembro del equipo y finalmente uno de estos miembros realizó la presentación de lo más destacado de la Presidente. La tradición en la universidad y en general, en diferentes organizaciones en los Países Bajos es tomar unos 5-7 minutos para detallar las acciones realizadas por cada miembro de un equipo de manera que las personas entrantes sepan la situación de las cosas que se está dejando, las cosas extraordinarias que se realizaron y que de alguna manera contribuyeron al buen funcionamiento del grupo, las lecciones aprendidas y lo que falta por hacer. Finalmente, la descripción también incluye a la persona como un individuo fuera del trabajo, deportista, pintor, madre/padre, etc. Para ver que este individuo combina y equilibra su trabajo con su vida personal.
Mi reflexión en esto es:
- La importancia de reconocer el trabajo realizado por cada uno: personalizar
- Las lecciones aprendidas y la situación de las cosas: monitorizar y transmitir el avance.
- Lo que falta por hacer: cálida transición del cargo
- Dar una imagen humana al cargo para dejar de exigir que las personas en el cargo generen cambios espectaculares en un corto tiempo.
Todos realizamos arduo esfuerzo en nuestro trabajo. Muy pocas veces se lo reconoce y muchas veces, nuestra cultura está orientada a distinguir los errores y castigarlos, con poca reflexión sobre la dificultad y desafíos mismos dados por el contexto. Me encanta la manera en que los holandeses realizan la transición de los cargos y reconocen el esfuerzo de las personas. Ya asistí a varios de estos actos en organizaciones públicas y privadas. Y espero pronto ver esta representación en América Latina.
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