Publicado en El Pais, 22 de Diciembre 2021.
Parece que fue hace mucho tiempo, pero ¿recuerdas cómo era cuando tuvimos nuestro primer encierro? ¿Escondidos en nuestras casas, tener un comprador designado que salga con equipo de protección hecho en casa y desinfectando los comestibles cuando regrese? Las cosas son ciertamente diferentes ahora con nuestro conocimiento cada vez mayor del virus y las vacunas que nos permiten volver a la semejanza de lo normal cuando vamos a los bares, restaurantes y viajamos (aunque con precauciones). Sin embargo, la noticia del Omicron ha traído más miedo y los países están volviendo al bloqueo para detener la propagación. Las vacunas no acabaron con la pandemia como esperábamos, por lo que cuando Pfizer anunció que está trabajando en una nueva píldora que reducirá drásticamente los síntomas de la enfermedad, me hace creer que es hora de cambiar las tácticas de la prevención a la curación.
El plan original para poner fin a la pandemia era bastante simple. Distancia social, lavarse las manos y permanecer aislado cuando se esté enfermo. Eventualmente, con la introducción de las vacunas, tendrías aquellas que eran naturalmente inmunes y aquellas que eran científicamente inmunes, creando un ambiente poco atractivo para que el Covid se propagara y moriría lentamente. Desafortunadamente, ahora sabemos que no funciona así. Pueden producirse reinfecciones, la vacunación proporciona cierta protección, pero solo durante un período, y las mutaciones provocan nuevas oleadas de infecciones.
Por supuesto, debemos continuar vacunándonos con refuerzos y tomar precauciones para evitar la propagación, pero de manera realista, esto no se puede hacer a largo plazo. Vacunarse cada pocos meses es muy costoso y muchos países no se lo pueden permitir. Sólo será cuestión de tiempo para que la gente se canse de esto y, finalmente, dejen de recibir la vacuna de refuerzo. Contagiarse del Covid también puede tener problemas financieros importantes, incluso para aquellos con síntomas leves o nulos. Puede quedarse atrapado en un país extranjero durante dos semanas o no poder ir a trabajar simplemente porque dio positivo en la prueba.
Esta píldora puede cambiar eso. Los estudios muestran que reduce drásticamente los síntomas del Covid y probablemente disminuirá la cantidad de hospitalizaciones. Esto cambiaría el miedo asociado con el virus y aseguraría que enfermarse no sea gran cosa. Todos tendrían la píldora en su botiquín, como el ibuprofeno, para que usted la tome cuando esté enfermo. Aún debe tomar algunas precauciones, como usar una máscara y mantenerse alejado de los vulnerables, pero su vida no se detendrá por completo.
Por supuesto, todo esto depende de que la píldora sea aprobada y esté disponible y debemos tener cuidado por ahora, pero con esta píldora podríamos finalmente volver a la normalidad incluso si COVID está aquí para quedarse para siempre.
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