Delegar funciones

Publicado en El Pais, 22 de Mayo 2021.

Cuando uno piensa en mejorar la productividad, hay muchos aspectos que considerar. Por ejemplo, la delegación de funciones. Parecería obvio, pero muchos que han adquirido un cargo por competencia que valora su capacidad para desenvolverse en la nueva función, no tienen ningún poder de decisión. Muchos jefes tienen la última palabra para decidir todo, centralizando las decisiones incluso sobre los detalles que los subalternos han estado trabajando. Esta última palabra puede ser arbitraria, demorar la acción y no basarse en los análisis realizados.

Un ejemplo, es la estrategia de vacunación en Bolivia. Esta estrategia se está manejando a través de la dirección del SEDES, entidad que está capacitada con profesionales entrenados en pronosticar el avance del COVID-19, la coordinación del número de puestos de vacunación, el cómo y a quienes vacunar. Sin embargo, cuando se nota que las personas que pertenecen al grupo de edad de riesgo ya no están vacunandose, el SEDES debe pedir al Ministerio de Salud la posibilidad de ampliar el grupo etáreo. Esta solicitud involucra cartas, y otros que demoran una respuesta pronta a una necesidad visible por el SEDES regional. Entre tanto, muchas vacunas se están perdiendo porque estas solo tienen un tiempo de duración de hasta 3 horas después de salir de refrigeración de -18 grados centígrados, procedimiento necesario para esperar a las personas que deben recibir su vacuna. Estas vacunas en su mayoría requieren temperaturas de -30 grados centígrados, pero pueden durar hasta seis meses entre -10 y -18 (dependiendo la marca). Esto hace que la adaptación de estrategias y toma de decisiones rápidas y basadas en la evidencia sea urgente.

Otro aspecto que se observa es que, en las regiones, mucha gente debe hacer largas filas para recibir la vacuna cuando hay tanto personal de salud de diferentes centros de salud públicos y privados estaría posibilitado para colaborar en esta campaña con el fin de avanzar más rápidamente con la vacunación. Sin embargo, la estrategia que se ha definido de manera centralizada, no se puede adaptar a la necesidad ni a la disponibilidad de colaboración que pueda surgir. Y ¿por qué los epidemiólogos a cargo o directores del SEDES no pueden decidir? Despues de todo, las personas a cargo de la campaña también realizan estas campañas de vacunación para rabia, rubeola, etc. Entre tanto, ¿cuántas vacunas se estarán perdiendo? ¿cuántas personas más podrían ser vacunadas? ¿cuánto tiempo más la economía estará cerrada?

En el COVID-19, ya no se puede tener que pedir permiso a niveles superiores que están retrasando la productividad y posibilidad de vacunar más eficientemente. Es importante confiar en el personal de salud y sobre todo en el personal que está dirigiendo la Salud regional porque su capacidad sabrá tomar decisiones apropiadas para las necesidades visibles que no son notorias de manera centralizada.

About Kathya Cordova-Pozo 196 Articles
PhD. en Economia y Politica internacional. Realiza investigacion en el area de economia-salud y desarrollo.

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