Buscar atención médica durante una pandemia

mi experiencia

Publicado en El Pais, 12 de Mayo 2020.

Hace un par de semanas, me dijeron que probablemente tenía el coronavirus. No me hicieron la prueba debido a que el número de pruebas disponibles es reducido. Sin embargo, me dijeron que definitivamente tengo una infección viral y debido al hecho de que estamos en una pandemia, estadísticamente es probable que tenga el virus. Afortunadamente, mis síntomas fueron bastante leves y, además de algunas molestias respiratorias, pude superarlo. No quiero entrar en detalles sobre mis síntomas, sino simplemente describir mi experiencia al buscar atención médica durante una pandemia.

Encontrar un doctor. No pensé que tenía el virus cuando quería ver a un médico la primera vez. Inicialmente tuve un bulto doloroso en el cuello que me asustó. Después de hacer muchas llamadas a diferentes clínicas, me dijeron que, debía hacer primero una cita virtual, para luego poder ir al hospital, ya que ese era el único lugar para ver a un médico en persona. El hecho de que mi bulto solo se podía sentir y no ver, decidí que era necesario un viaje al hospital.

Primeros pasos. Inmediatamente fui recibido por el personal con equipo de protección completo. Me preguntaron por qué necesitaba ver a un médico y me pidieron que me lave las manos con alcohol y me pusiera una máscara antes de tener la primera revisión. Yo ya estaba utilizando una máscara, pero me dijeron que la reemplazara. Luego pasé por una revisión normal antes de ser puesto en la sala de espera.

Sala de espera. La sala de espera se puede resumir, en una palabra: vacía. Pusieron cintas en muchas de las sillas, pero no importó, ya que nadie estaba en la sala de emergencias. Muchos médicos han expresado su preocupación por esto en la prensa, afirmando que, si uno necesita buscar atención médica, no permita que el virus le impida. Un mensaje que claramente no se ha transmitido. Afortunadamente para mí, esto significó una espera muy corta.

La sala. Después de solo unos minutos, la enfermera me acompañó al consultorio para que me revisara un médico. A pesar de no ser considerado un posible caso COVID, cualquiera que entrara a mi habitación tenía que utilizar equipo de protección completo. La escasez de equipo significaba que los médicos y las enfermeras a menudo apenas abrían la puerta para hacerme una pregunta antes de salir para evitar desperdiciar la vestimenta. Además, no debía abandonar la sala hasta que el personal me lo indicara para limitar la exposición al riesgo.

El médico. El médico me hizo las preguntas que necesitaba hacer con todas las precauciones de aislamiento. Me quité la máscara solo cuando revisó mi garganta y, en segundos, me dijo que me la volviera a poner. Fue entonces cuando me informó que probablemente tenía el virus y ordenó una radiografía de tórax.

Los rayos X. Esta fue una nueva experiencia para mí. Tenían una máquina móvil para realizar rayos X para que no tuviera que salir del consultorio. Un técnico entró mientras otro esperaba afuera. La radiografía se realizó a través de la pared de vidrio, de nuevo para que pueda quedarme en la habitación.

Salida y cuarentena. Después de que me dijeron que mis pulmones estaban bien, entró una enfermera y me dijo que, como un caso probable, tengo que ponerme en cuarentena hasta que pase 48 horas sin síntomas. Explicó lo que eso implicaría y me dio un par de folletos con toda la información necesaria. Luego me fui a casa para comenzar mi aislamiento.

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Matthew es Canadiense y es Magister en administración de empresas. El tiene experiencia internacional in marketing y estrategia. Tambien tiene un interés fuerte en tecnología y lo combine con el lado empresarial.

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