Publicado en El Pais, 28 de Septiembre 2019.
Estos dias estoy en mi país, Holanda. A pesar de que el otoño ha iniciado, la temperatura está agradable, alrededor de 16 grados centígrados, algo de viento, poco de sol y de vez en cuando lluvia. Aunque extraño el clima de Bolivia, ahora estoy disfrutando de algo menos de sol, que es a veces fuerte para mi, a pesar de que utilizo siempre un sombrero. Holanda tiene arboles por todo lado. Cada pequeña ciudad tiene muchos arboles, incluso sus propios bosques, y mús en parques, aceras, al borde de carreteras. Cada casa ostenta sus jardines delanteros sin paredes llenando de verde tambien la ciudad. Este verde llena de tranquilidad mental y es un alivio para el alma porque nos saca de nuestras preocupaciones. Holanda ha hecho todo para que uno pueda andar en bicicleta sin riesgo de ser atropellado por algun micro o taxi, lo que mejora el estado de salud. Poder dejar de lado tus preocupaciones y disfrutar del ambiente verde desde una bicicleta, es un modo de transporte y es accesible para todo bolsillo.
Además, tomando en cuenta como el ser humado ha invadido el planeta, es necesario que los países se vuelvan más responables. Los arboles ayudan a mantener y captar el agua, además absorven el dióxido de carbono que es muy peligroso y generan oxígeno. Perderlos tiene un grave impacto para la vida. En países que están perdiendo sus bosques, es necesario hacer algo y tomar enserio las consecuencias para la vida y la salud. Los arboles, las vías para bicicleta en Holanda no han aparecido por casualidad. Se necesita inversión para su creación y también para su mantenimiento. Sin embargo, se espera que lo que se invierte incremente la calidad de vida gracias a mayor cantidad de arboles y parques en las ciudades.
Si Bolivia continua con su orientación a una ciudad de cemento, donde los arboles y parques no parecen tener ningún valor, la salud y calidad de vida se deteriorará. Si los arboles desaparecen, es muy caro volverlos a poner, sobre todo si hay desertificación y erosión en la tierra. Lamentablemente, muchos sólo se darán cuenta cuando sea tarde, por ejemplo, cuando no haya ni agua ni lluvias. Quizás se puede cambiar el presente y futuro al plantar un arbol en sus casas, en sus calles, o plazuelas. Y si tienen más influencia, lograr que no se quemen o se destruyan los arboles en las zonas públicas!
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