Publicado en El Pais, 17 de Agosto 2019.
Si tiene un negocio, sabe que las cosas no siempre van como esperaba. Necesitas estar constantemente buscando mejorarlo. Probablemente hagas esto por dos razones. Primero, desea ganar tanto dinero como pueda con el dinero invertido, y segundo, debe ser competitivo. Si descuida su negocio, es posible que no solo se quede sin dinero, sino que incluso vaya a la quiebra. Entonces, para las empresas con fines de lucro, los objetivos principales son las ganancias y el crecimiento empresarial. Tal vez suene capitalista, pero sin estos objetivos principales terminará liquidando su negocio en una venta de liquidación en eBay.
Por supuesto, decirles a sus empleados estos mismos objetivos no ayuda mucho en la mayoría de los casos. Debe darles objetivos claros, alcanzables y medibles. Por ejemplo, si desea aumentar sus ventas, puede aumentar la publicidad o mejorar la satisfacción del cliente con un 15% el próximo año. Publicidad que puede medir según las personas alcanzadas y la satisfacción del cliente a través de una simple encuesta de pre o postventa. Asumirá que ambos están relacionados con más ventas, que nuevamente puede medir. En última instancia, verá un resultado en sus ganancias o crecimiento empresarial.
El problema comienza cuando no logra los números que planeó y ya no tiene idea de qué hacer. O peor aún, cuando no tienes ningún número, y ni siquiera sabías que las cosas van mal. Este último suele ser el caso de las agencias gubernamentales que ofrecen un servicio a la gente. Largas filas, requisitos complicados, formularios confusas, etc. Dado que las agencias gubernamentales no están motivadas por las ganancias y no tienen competencia, no tienen incentivos para hacer las cosas de manera más eficiente. Un cliente que se queja de largas filas o mal servicio no es un problema real para ellos, ya que no irán a la competencia como en la situación comercial.
Por ejemplo, una empresa que quiere ser más competitiva invertirá en tecnología para reducir los costos de mano de obra y ofrecer un producto más barato para el consumidor. Una institución gubernamental tiene pocos incentivos para hacerlo y no invertirá en tecnología para reducir los costos laborales. No tienen razón para hacerlo. Cuando los gobiernos se quedan sin dinero, lo corrigen a través de impuestos o piden prestado algo de dinero extra. Ambas acciones que pueden dañar severamente la economía hasta una situación en la que crecen los déficits, los intereses se disparan y el tipo de cambio cae.
Para que los gobiernos sean efectivos y eficientes, necesitan tener objetivos y controlar los costos, como si fueran un negocio. Los gobiernos pueden tener las mismas estrategias. Invertir en tecnología, capacitación, servicios al cliente y economías de escala de la misma manera que lo hacen las empresas. Aunque el crecimiento y las ganancias no son fáciles de medir, los objetivos intermedios si lo son y pueden ser los mismos.
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