Publicado en El Pais, 9 de Julio 2019.
Parece que los influenciadores de las redes sociales están en todas partes. Estas personas tienen un gran número de seguidores en varias plataformas de redes sociales, lo que les brinda una oportunidad única de vender su marca a varios establecimientos. Cualquier cosa que publiquen puede tener la audiencia potencial de millones de suscriptores (incluso más si se cuenta las veces que se comparte la publicación). Las empresas comienzan a tomar nota de esto. Las personas más influyentes pueden ganar millones de dólares solo por hacer algunas publicaciones sobre un producto o fiestas. Y como ejemplo está el vergonzoso Frye Festival donde Kendell Jenner recibió $ 11.3 millones por sus publicaciones sobre el evento como la cantidad de dinero involucrada en este evento. No es sorprendente, entonces, que tantas personas anhelen esto por sí mismas e intenten alcanzar este estado. Y una vez que lo tienen y tienen muchos seguidores, intentan reclamar cosas gratis porque sienten que tienen derecho.
Esto ha llamado la atención de los medios de comunicación recientemente, donde el propietario de un camión de helados publicó en las redes sociales un mensaje simple, “Influenciadores Pagan el Doble”. El hombre estaba cansado de ser contactado regularmente por estos supuestos influenciadores que demandan helado gratis a cambio de una publicación en las redes sociales. La última gota fue alguien que pidió un evento de catering para 300 personas, todo gratis. Además de negarse a darles helado gratis, cuestiona la legitimidad de los seguidores que sostienen que se pueden comprar y que la mayoría de ellos no son humanos reales.
Esto comprensiblemente molestaría a cualquier negocio, ya que las personas están usando su cuenta de redes sociales para obtener algo tan trivial como un helado gratis, pero eso no significa que los verdaderos “influencers” no tengan valor y puedan ser una oportunidad de salir en los medios de comunicación para cualquier negocio. Los verdaderos influenciadores tendrán negocios que se dirigirán a ellos, y no al revés. Y si uno hace su tarea, se puede saber fácilmente quién tiene seguidores legítimos y quién no.
Los influenciadores están aquí para quedarse, y mientras que los pequeños pueden ser molestos, los grandes son una parte importante del marketing y deben ser tomados en serio.
Me queda claro que si hay una persona que realmente tiene influencia sobre un grupo grande de seguidores entonces las empresas los buscarán. Cualquier influencer puede ofrecer sus servicios a las empresas, usualmente intercambio de servicios, pero es decisión de la empresa si quiere o no. Si viene un influencer y consume un producto, y a la hora de pagarlo quiere imponer el intercambio de servicios ese, en mi opinión, es un abuso porque no hubo acuerdo previo con el proveedor.