Publicado en El Pais, 9 Febrero 2019.
En el momento que un empleado está despedido o cambia su trabajo tiene derecho a su finiquito. Y aunque es mucho dinero y duele para una empresa pagarlo, tienen que hacerlo. Por ello, en contabilidad este pago se guarda en previsión para indemnizaciones. Sin embargo, cuando uno pasa por el Ministerio de trabajo o el juzgado, uno puede ver muchos casos donde las empresas simplemente quieren ignorar el pago. En la vía conciliatoria o en la vía judicial, la empresa igual tendrá que pagar y mientras más tarde, más alto será el costo.
Primero, hay una multa del 30% sobre el monto adeudado cuando la empresa no paga el finiquito en los primeros 15 días. Después, están los gastos de abogado de la empresa por los memoriales, investigación, trámites, etc. Aun cuando el abogado ya sea pagado por la empresa, éste, estará invirtiendo su tiempo en un conflicto en vez de dedicar su tiempo a las cosas necesarias en la empresa.
Al inicio del juicio es muy probable que la parte demandante pida una garantía de que la empresa va a pagar después del juicio. Esta garantía puede ser un embargo a un inmueble, congelamiento de cuentas o un monto en efectivo depositado en custodia en la cuenta del gobierno. El embargo a un inmueble puede causar problemas con su hipoteca y seguro que se tendrá problemas con el banco. El congelamiento de cuentas o un depósito en custodia significa que la empresa no podrá utilizarlo para invertir mientras dure el juicio (2 a 3 años) y no tendrá rentabilidad sobre ese dinero. Digamos que una empresa tiene una rentabilidad del 10% anual, una garantía digamos de 10.000 dólares haría que pierda 1.000 dólares por año.
Al final del juicio, es muy probable que la empresa pierda por la protección del Estado al trabajador. Entonces, el monto adeudado tendrá una multa del 30% que será corregido por las UFVs que varía entre 4-8% anual. Esto ya hace que se pague hasta 18% extra! Más el 10% para el pago al abogado y 3 a 4% de gastos realizados por el trabajador para el juicio. Si digamos el monto adeudado originalmente fuera 10.000 dólares, en un juicio de tres años ese monto se transforma en 16.770 dólares. Esto es 68% más de lo que se hubiera pagado de manera inmediata.
Pero esto no es todo. Si la empresa no quiere pagar después de la sentencia del juez (tiene 3 días), la empresa recibirá la visita de varios policías en su oficina para arrestar al representante legal. El impacto y el costo social a la imagen de la empresa frente a los clientes y empleados es difícil de estimar y por lo tanto, no es bueno.
Lamentablemente, los asesores legales, los dueños y a veces los jefes financieros no tienen una visión completa de la implicancia de un juicio laboral. Muchas empresas, se atreven a seguir adelante, pensando que van ganar y será más barato. “No inicies una guerra que no podrás ganar”. Mejor es evitar la postura abusiva y pagar lo que corresponde al trabajador con su finiquito.
Lo mejor es evitar un juicio:
1) Mientras la empresa gasta tanto en marketing para mejorar su imagen, estos juicios la arruinan.
2) Cuando empleados que antes fueron pagados un finiquito injusto vean que si es posible conseguir el pago correcto se pueden aliar e iniciar un juicio conjunto.