Ahorita y estoy saliendo

En Holanda, el país donde nací, somos extremadamente puntuales y para nosotros esto es completamente normal. Si alguien no está cinco minutos después de la hora de la cita, ya le estamos llamando y casi molestos. Por otro lado, es muy probable que la persona que llegara tarde llame mucho antes para indicar que llegará cinco minutos tarde.

Ahora se imaginarán cuanto me costó entender la cultura de la hora en Bolivia. En Bolivia te dicen “ahorita”, cuyo significado es un gran misterio. En el primer año de mi estadía fui a una cita a la universidad para un trabajo y su secretaria me dijo: “Ahorita viene…”. Ingenuamente pensaba que esto significaba que el director vendría en ese instante, pero, al contrario. Después de veinte minutos pregunté otra vez y la respuesta de la secretaria fue la misma, “¡Ahorita!”. Me puse incómodo porque tampoco quería irme y arruinar mi futuro para trabajar.


Después de catorce años en Bolivia he aprendido que “ahorita” nunca significa “ahora”; y su verdadero significado puede variar “entre 20 minutos”, “una hora”, “una semana” o “nunca”.  Entonces, lo mejor en este contexto, es acostumbrarse.

Mis amigos holandeses y bolivianos se divierten conmigo cuando hablamos del sistema de tiempo en Bolivia. Todos tienen el mismo problema pero nadie lo puede cambiar. El otro día me explicaban el significado de “¡Estoy saliendo!” que es una combinación de varias posibilidades “recién llego a mi casa, tengo que ducharme, vestirme, comer algo, charlar con mis papás, buscar las llaves, cargar gasolina, recoger a un amigo, ir a la cita contigo, etc.”. Así que cuando se oye esa frase, uno debe sentarse o hacer otra cosa por los siguientes 40 minutos.

Bolivia tiene sus encantos y me gusta mucho vivir aquí. Soy puntual, creo que no podré cambiar nunca. Hoy en día tengo una actitud más flexible y relajada ante la impuntualidad. Siempre que pasa esto me acuerdo de la frase del escritor Douglas Adams lo dijo: “Me encantan los plazos. Me gusta el sonido chillón que hacen mientras pasan volando”.

Muchas veces cuando pregunto una vez a una persona, porque siempre llegan tarde, su respuesta es “La persona con que tengo la cita también va a llegar tarde entonces para que me voy a apurar” o “en Bolivia es así y es un perjuicio a la economía porque todos toman nuestro tiempo”… y yo opino igual y creo que realmente deberíamos cambiar. No podremos cambiar a toda Bolivia pero podemos cambiar la actitud de nosotros mismos con los demás.
Si tenemos una actitud de respeto hacia los demás y respeto a su tiempo, por lo menos los demás iniciarán el cambio.

Publicado en El Pais, el 5-SEP-2017

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3 Comments

  1. Cierto, tenemos que respetar el tiempo ajeno. Ese es un paso para mejorar nuestra vida y nuestro país.
    Esto tambien se aplica al ambiente de trabajo “en 3 dias te entrego” pero en realidad es 1 semana yendo a insistir cada dia!

  2. Los bolivianos aún no hemos incorporado la puntualidad a nuestros valores familiares…. es un esfuerzo de todos los dias!… aunque debo añadir que ningún extremo es bueno ?

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