Publicado en El Pais, 13 de Agosto 2022.
Con los precios de la energía subiendo, muchas personas en Europa están buscando desesperadamente una forma de reducir los costos de su energía. Esto va especialmente para los próximos meses de invierno. Para tener una idea de lo grave que es, presentaré un ejemplo. Hace aproximadamente un año una familia media pagaba 180 euros al mes como un promedio en gas y luz. Ahora esa misma familia pagará 700 euros al mes. No hace falta decir que esto está teniendo un efecto grave en la economía familiar. Además de esto, las empresas también se enfrentan a mayores costos de producción y están aumentando sus precios. Todo tipo de productos, desde el pan hasta la visita a la piscina, han aumentado de precio. La inflación en Europa es de alrededor del 11%, quizás no tan impresionante para la gente en Bolivia, pero este fenómeno es extremadamente poco común para la gente en Europa que está acostumbrada a una inflación promedio del 2% o menos.
En primer lugar, se espera que la gente simplemente mantenga sus casas más frías en el invierno. En lugar de unos cómodos 21 grados, las personas pueden conformarse con 18 grados y compensar con un suéter extra y calcetines más gruesos. Otra forma en que la gente podrá ahorrar dinero es quemando madera. Actualmente, los deshollinadores están muy ocupados, ya que muchas familias no utilizaron sus chimeneas durante bastantes años y las están rehabilitando. La pregunta es si los precios de la madera se mantendrán más bajos que el gas debido a este fenómeno. También se teme que la gente deje de ventilar sus casas para ahorrar en calefacción.
No hace falta decir que esto tendrá un impacto en el medio ambiente y la salud. Las temperaturas más bajas, la mala ventilación y todo el humo de la madera quemada provocarán efectos en la salud elevando los costos médicos, la pérdida de productividad e incluso podría ser el causante de muertes. Además, el humo y la contaminación acelerarán el cambio climático ya que es más contaminante que la quema de gas.
El economista Maynard Keynes dijo: “que nada ayuda más a los precios altos que los precios altos”, lo que significa que si los precios suben hay más incentivos para aumentar la producción o reducir la demanda o encontrar alternativas. No hay razón para que no suceda ahora. Por ejemplo, la gente está invirtiendo en paneles solares que, lo crean o no, también funcionan muy bien en los Países Bajos, a pesar de que existen muy pocos meses de sol. De esta manera, las personas ahorrarán en electricidad generada por gas que luego se puede utilizar para la calefacción. Muchas empresas ven los altos precios como un gran desafío y una oportunidad, y yo tengo curiosidad por lo que se viene.
El próximo año probablemente será difícil para muchas familias, pero afortunadamente las personas son creativas y resilientes.
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