Publicado en El Pais, 1 de Julio 2020
Los países están con el dilema: salvar vidas con restricciones (cuarentena) o rescatar la economía con menos restricciones. Las restricciones que paralizan parte de la economía cuestan dinero, pero cada vida que se salva también es una ganancia económica.
El gobierno de Bolivia lanzo un plan para salvar la economía. Primero, me parece que es muy tarde y los bonos que han pagado hasta ahora es muy poco. Con la cuarentena se ha paralizado la economía con el freno de emergencia. Muchas empresas han entrado en problemas económicos porque no tienen ingresos y muchos de los costos continúan (sueldos, alquileres etc.). Si no reciben ayuda a tiempo significa que dejarán de existir. Si los puestos de trabajo y empresas desaparecen es adiós a la productividad. Reactivarlo es muy complicado y toma tiempo.
Yo creo que una de las razones que no esté funcionando la cuarentena, es por la falta de compensación económica a las empresas y personas. Las empresas han dejado de pagar sueldos porque muchos ya no pueden por falta de ingresos. Las empresas unipersonales no tienen otra opción de seguir trabajando y aumenta el riesgo número de contagios. La ironía es que, gracias a la falta de ayuda económica desde el gobierno, la epidemia va a durar mayor tiempo, costará más vidas y más dinero.
Si Bolivia quiere vencer al COVID-19, todos tienen que pagar. Si esto significa que Bolivia tiene que aumentar su deuda externa para pagar y mantener los ingresos, los puestos de trabajo y controlar el COVID-19, entonces tiene que ser así. La estrategia tiene que ser diferenciada por niveles de ingresos, no se puede compensar a todas por igual. Se debe seguir el criterio de equidad. Y las empresas que deseen ser compensadas pueden mostrar en su contabilidad que tienen pérdidas, y para las empresas informales, el sistema bancario sabe muy bien como son sus ingresos. El gobierno debe utilizar esta base de datos como base para la ayuda económica y más rápido y mantener a las empresas vivas cuando todo esto termine. Me imagino que después con un impuesto COVID-19 por un tiempo se recuperara todos estos préstamos.
Obviamente, si queremos implementarlo rápido, la clave es dar una margen de confianza a las personas y empresas y confiar en que la información otorgada para la compensación es cierta. Al mismo tiempo, Bolivia tiene que incluir en la ley un post-control. Esto significa grandes multas, cárcel por fraude y devolución de la compensación si después se demuestra que las personas o empresas han tomado ventaja de la ayuda o se han aprovechado por vagancia sin creatividad. Así también sancionar (sin bonos públicos por un año, por ejemplo) a las personas que reciben un bono por quedarse en casa y no lo cumplen.
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