Publicado en El Pais, 16 Febrero 2019.
Una de las razones por que compramos cosas que no necesitamos es para demostrar a otros que tenemos el dinero para comprar con el fin de aumentar nuestro estatus social. Con esto no sentimos mejor, más importantes y pensamos que otros también piensan que somos más importantes. Este comportamiento fue explicado por el sociólogo Thorstein Veblen en 1899. Seguro que ni se imaginaría que 120 años después seguiríamos cayendo en esta trampa.
Hoy en día, muchas personas no ahorran porque lo han gastado en cosas que no valen la pena. Asimismo, sienten la necesidad de comprarse un coche nuevo para demostrar que tienen dinero. Así que se prestan para comprar el coche de lujo. Los vecinos y amigos hacen oooh, aaah y wooow y seguramente piensan que estas económicamente bien. Lo que no ven son los préstamos con altos intereses que tienes con el banco.
Mucha gente quiere sentirse única y especial. Para esto quiere hacer cosas que poca gente hace como comprar coches grandes, nadar con tiburones, tener tatuajes, comprarse ropa o teléfonos caros. Parecería que arriesgamos nuestra paz y nuestra economía sólo para agradar al resto. ¿Por Qué?. Quizás antes teníamos cosas más urgentes de las cuales preocuparnos como tener comida, estar saludables y no morir abruptamente en una guerra. Hoy en día parecería que no hay necesidad de vivir con cuidado, planificar tu economía, cuidar tu salud ¡porque todo va bien!. Nuestro mayor problema es impresionar a nuestros amigos, vecinos y otros.
Cuando leo que en EEUU 36% de las personas entre 18 y 29 años tienen un tatuaje, quizás tengo interpretarlo que les va bien. Para tener algo especial, otros se lanzan con una cuerda de goma de un puente y lo tienen registrado en cámaras. En toda esta búsqueda de impresionar a los demás ¿nos hemos detenido a pensar si estas compras o hazañas que hacemos nos hacen bien? ¿Somos felices? ¿Somos capaces de vivir tranquilamente con los préstamos y podemos pagarlos?.
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