Publicado en El Pais, 18 Marzo 2018
¿Por qué la gente odia tanto su trabajo? El viernes al mediodía, la gente ya cambia de humor y agradece a Dios que es casi fin de semana. Y sucede lo contrario el domingo por la noche, cuando la gente ya se queja de que mañana es lunes y el infierno comienza de nuevo. ¿No es extraño y triste que nos sintamos mal por algo en lo que pasamos casi el 50% de nuestro tiempo de vida?
Mi tutor en la universidad siempre nos dijo “Asegúrate de estudiar algo que te guste, porque puede existir el riesgo de que lo hagas por el resto de tu vida”. Sin embargo, el problema es que escogemos el trabajo para impresionar al resto y esto comienza con impresionar a nuestros padres. Insisten en las calificaciones altas, en ser los mejores de la clase, en ser el favorito del maestro y, aunque una evaluación es buena para la motivación, podría terminar peor.
Hace unos dos años, el vice presidente de justicia de los Países Bajos se metió en un problema político y se vio obligado a renunciar. En una entrevista, dijo que quería hacer algo diferente y dudaba si convertirse en alcalde, conductor de camión o conductor de autobús. Para mi sorpresa optó por la última y no se avergonzó de hacer una entrevista e incluso atrajo a otras personas a esta profesión.
Creo que la mayoría de la gente realmente no odia su trabajo, pero que tienen más miedo de lo que otras personas piensan de ellos cuando escuchan y juzgan el tipo de trabajo que están haciendo. Dado que nos preocupamos más por lo que otras personas piensan de nosotros y no por lo que realmente nos gusta, pero así, es fácil sentirse miserable.
Hace unos meses, hablé con un amigo que tenía un doctorado en economía y trabajó muchos años en un instituto económico. Me contó que se dio por vencido y se convirtió en un guardabosque. Le pregunté si se volvió loco y él me dijo que me callara porque ahora él verdaderamente se sentía mucho mejor. Me explicó que tenía menos estrés, estaba más cerca de casa, se sentía más saludable, y aunque tenía 40% menos de salario, todo lo que había ganado valía la pena y ya no le importaba lo que pensaran los demás.
Mi tutor tenía razón. No se preocupen por lo que las demás personas piensen de usted. Probablemente ellos están más preocupados de lo que tú piensas de ellos. No te tientes por el dinero sino que verdaderamente debes hacer lo que tú quieras y te guste. La gente quedará impresionada y se preguntará ¿cómo es que ese tipo está tan feliz con su trabajo?.
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