Publicado en El Pais, 21 Ene 2018
Como todos los años, enero es el momento de registrar a sus hijos para la escuela y para muchos padres, este es uno de los eventos burocráticos desagradables que regresan cada año. Cuando tienes niños que van a la escuela por primera vez, el momento de las inscripciones es una pesadilla severa que implica tener que hacer filas largas y casi eternas, muchas veces durante varios días. Este año, la inscripción comenzó el lunes pasado, pero ya vi personas acampando el viernes por la mañana en las escuelas con la esperanza de conseguir un lugar para sus hijos. Si sus hijos ya están en la escuela, es más fácil, pero nadie se libra de esperar 2 a 3 horas para esta inscripción.
Lo que veo es que todos los años hay varias escuelas que son increíblemente populares, y la gente está casi dispuesta a venderse al diablo para conseguir un lugar allí. Parece que la calidad percibida es extremadamente diferente. Además, los padres están dispuestos a conducir 15 km todos los días para dejar a los niños en una cierta escuela. Creo que la calidad de todas las escuelas debería ser casi la misma. Seguro que actualmente hay escuelas que nadie mira cuya calidad es mejor de lo que la gente piensa.
Primero, el problema del registro. A nadie le gusta hacer filas, entonces ¿por qué no tenemos un sitio web fácil donde uno puede registrar a sus hijos en una escuela?. Y si fuera la primera vez que se inscribe a un colegio, debería darse una lista de 5 escuelas por zona y en orden de preferencia. Entonces, el sistema debería realizar una lotería y asignar a los niños sin necesidad de que los padres tengan que sufrir el suplicio de hacer filas, campamentos, sorteos dudosos, etc.. De esta manera no existirían sobornos, todos los registrados hasta fines de diciembre sabría pronto a que escuela irán los niños. Ah, y el pago de inscripción puede ser por banco.
En segundo lugar, para ver la calidad real de la escuela, se debe realizar un examen estándar para todo el país y se debe aplicar para primaria y secundaria al final del año para que las escuelas puedan evaluar claramente en qué deben enfocarse para mejorar la calidad. Un poco de competencia no puede dañar, todo lo contrario. Creo que nosotros, como padres, pagamos para tener una buena educación, debemos obtener un buen valor a cambio. Creo que después de algunos años estos resultados pueden incluso publicarse para que los padres puedan ver cuáles son las mejores para el dinero que están dispuestos a pagar.
Tal vez soy un poco duro, pero para que una economía crezca, una buena educación es esencial y creo que los maestros y nosotros también tenemos mejores cosas que hacer que pasar toda una semana en registros burocráticos. Aprendamos a incorporar la tecnología en nuestros procesos.
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