Mejores decisiones financieras desde niños

Autor: Arnold Hagens, Magister en economía

Los que tienen hijos entre 3-12 años, seguro conocen el siguiente problema. Entramos a una tienda de juguetes para comprar un regalo para un amiguito y nuestro hijo encuentra algo que él quiere: “¡Papá, cómprame esto!”.

Cuando me pasó esto la primera vez me costó mucho explicar a un niño pequeño de 3 que lloraba y me sentí el padre más terrible del mundo. Ahora que tiene 6 ya no es tan difícil porque mi niño comprende perfectamente las ocasiones en las que se compra un regalo para él. Y debo decir que aprecia mucho cada una de estas ocasiones.
Sabemos que no debemos comprar todo cuando nuestros hijos quieren algo porque este el camino seguro a formar un niño mimado, que no sepa de esfuerzos ni límites. ¿Pero seguimos esta regla y damos solo regalos en las ocasiones especiales?
Cerca del Día del niño, los padres de familia en el colegio organizaban una canasta de dulces y pedían Bs 40 por cabeza, yo pregunte: “¿Por qué tantos dulces en su canasta?”. Pero todos los padres tenían pensado que era lo mejor regalar a los niños en vez de algo más útil o por lo menos más saludable. Sin embargo, yo no estaba de acuerdo que mis hijos lleguen a casa con una canasta llena de dulces y galletas hechas con ingredientes que tienen tanta azúcar, colorantes y conservantes que son dañinos a su salud.
Déjeme ser claro; yo quiero mucho a mis hijos, pero quiero que aprendan a decidir bien en qué gastan su dinero.
Yo he empezado enseñar a mis hijos cómo funciona el dinero. Unas de las primeras cosas que mis hijos preguntaban es ¿de dónde viene el dinero? Ellos tenían la idea que el cajero automático deba dinero ilimitado. Yo les expliqué entonces que papá y mamá tienen que trabajar para recibir un pago de dinero llamado sueldo, que luego podemos sacar en el cajero, pero que en algún momento se termina y que tenemos que trabajar y esperar hasta que haya otro sueldo para tener más dinero.
Con esto, mis niños, sabían que el dinero no es gratis e ilimitado. Este conocimiento nos ayudó a decir NO cuando ellos querían algo que no era fundamental para su vida o desarrollo. Otro paso para su formación fue darles una alcancía y cuando ellos hacen alguna faena doméstica (extra a las que normalmente realizan para su edad) o sacan una buena nota en el colegio, les damos algo. Ellos pueden decidir libremente que hacen con su dinero, pero hasta ahora no han querido gastar. Ellos quieren ahorrar para algo más grande y eso es bueno porque tienen consciencia de que postergar los deseos repentinos para algo mejor pensado es mejor.
Un problema con el que confrontarán los padres en esta educación hacia el ahorro es que en la televisión publicitan juguetes y también muestran que otros niños tienen juguetes que ellos no tienen. Lo mismo pasa con los adultos que quieren siempre lo que otros tienen. Es así que en estas semanas mis hijos están obsesionados con el “spinner” y me dicen que es “super cool”. Mis hijos intentan que les compremos pero si nosotros les pedimos que gasten de sus ahorros ya no insisten tanto. Espero que pase rápido la moda ¡así como nosotros, nuestros hijos también están constantemente tentados, y queremos todo! Pero es bueno postergar los deseos repentinos influenciados sólo por la tentación. Generalmente no son buenas ideas y no incrementan nuestra utilidad.
La última sugerencia que te puede ayudar con tus hijos es enseñarles a manejar poco a poco su propia economía a partir de objetivos definidos. Cada familia tiene algo en su lista que desea conseguir pero le falta el dinero. En muchos casos es un auto, una casa, una vacación etc. Involucrar a tus hijos en esta decisión puede ayudar a que comprendan porque tienes que decir No a algunos pedidos pero que el ahorro servirá para algo mejor en la familia.
El economista Milton Friedman escribió un libro con el título “No hay tal cosa como un almuerzo gratis” en un intento de explicar el costo de oportunidad que significa que si compras algo tienes que aceptar que no podrás comprar otra cosa. Es mejor que nuestros hijos aprendan esto desde niños para que puedan cultivar una mejor calidad de vida cuando sean grandes.
Muchos papás no hablan con sus hijos sobre dinero, pero debemos hacerlo. Pensamos que tenemos que proteger y aislar nuestros hijos el mayor tiempo posible de este mundo cruel… ¡pero está mal! Es mejor enseñarles desde los 4 años cómo funciona el mundo para prepararlos hacia una vida mejor con buenas decisiones financieras.

Publicado en El Pais 27-JUN-2017

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Arnold Hagens es Economista con un interés fuerte en tecnología, health y coaching

2 Comments

  1. Me parece importante el tema de educar en el manejo económico.
    En particular a los niños. Realmente son agentes que nos pueden cambiar nuestra mirada al manejo adecuado de nuestra economía.

  2. Me parece un consejo muy práctico y acertado. Creo que tambien es importante la actitud con la que uno transmite la enseñanza, o sea, bien podemos estresarlos haciendoles sentir que es terrible no tener dinero para comprar ese juguete caro….o podemos tranquilamente estimularlos a que consideren sus opciones…y si realmente el juguete les gusta buscan alternativas para comprarlo…y ahorrar es la primera.

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