Publicado en El Pais, 19 de Marzo 2022.
¿Será que el precio del pan se duplica? ¿O quizás se triplica? Estas eran preguntas de la última semana en las noticias. La verdad es que, en este momento, la gasolina ha subido con 25% siendo un precio actual de 2.50 euros por litro. Tampoco hay harina en el supermercado, y es difícil encontrar aceite de girasol. Todos estos son los efectos de la guerra en Ucrania. Sobre todo, el intento de obligar a Rusia con sanciones de retirar sus tropas de Ucrania. Esta estrategia no dio resultados, pero las sanciones han causado mayores problemas en el comercio internacional. Comprensiblemente, esto daña tremendamente a las empresas y a las personas en Rusia, ya que hay empresas en el resto del mundo que ahora no pueden seguir con su trabajo y su producción.
El presidente de los EEUU, Joe Biden, dijo que defender la libertad tiene un precio. Y es verdad, pero creo que nadie en el mundo esta consciente de que el efecto que causa esto en el mundo es enorme. Ahora la gente está muriendo en Ucrania, los precios suben y bajan perjudicando a las empresas, las personas y sus familias. Quizás los americanos o latinoamericanos piensan que, al estar lejos, no les afectará, o por lo menos, no con el mismo impacto. Pero si va a llegar. Los precios del petróleo, de la harina y muchos otros productos son precios mundiales. Entonces si una empresa en Italia no puede comprar harina en Rusia, lo va a comprar en otro lado, lo que pondrá presión en el mercado y subirán los precios de venta. Es posible que algunos países cierren sus fronteras y prohíban exportar, para mantener sus precios bajos. Y el resultado de esto, es que el comercio internacional se desestabilice.
El comercio entre países es en general necesario para que el mundo gire. Cada país tiene ventajas en su producción que otros países no tienen. Este aspecto debería ser la razón porque ya no vale la pena de iniciar una guerra. Quizás haya algo de razón sobre el hecho de que Putin se sentía amenazado por la potencial presencia de la OTAN en Ucrania. Pero él no sabe lo que nosotros sí sabemos, que no hay razón para preocuparse. Europa ha sufrido suficiente durante la segunda guerra mundial. Esto ha enseñado que es mejor no tener una guerra. Ahora, la debilidad de UE es que no tenemos una fuerza armada, y que tampoco queríamos. Mientras haya una buena relación, con el comercio, la interdependencia entre países, la amistad y buen entendimiento, no habrá espacio para una guerra.
La guerra ahora arruina a Ucrania y a Rusia, gastando dinero, que creo valdría invertir en algo mejor.
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